Elegir las ventanas correderas adecuadas para tu hogar es una decisión clave que puede influir significativamente en la eficiencia energética, la estética y el confort de tu vivienda.
Esta guía completa está diseñada para ayudarte a conocer todo lo necesario sobre las ventanas correderas, cómo se adaptan a distintos tipos de vivienda y qué factores debes tener en cuenta antes de tomar una decisión.
¿Qué son las ventanas correderas?

Las ventanas correderas, también conocidas como ventanas deslizantes, son un sistema de cerramiento que se caracteriza por su apertura horizontal mediante el desplazamiento de una o más hojas sobre un riel o guía.
Este mecanismo permite que las hojas se deslicen suavemente hacia uno u otro lado sin necesidad de abrirse hacia dentro o hacia fuera, lo cual representa una ventaja clave frente a otros tipos de ventanas como son las abatibles.
Una de sus principales particularidades es su diseño funcional y limpio, que se adapta perfectamente a las necesidades de la arquitectura contemporánea.
Gracias a su forma de apertura, no requieren espacio adicional en su entorno inmediato para abrirse, lo que las convierte en una opción excelente para estancias con limitaciones de espacio, como salones pequeños, cocinas compactas o habitaciones con muebles cerca de las paredes.
Además, las ventanas correderas se caracterizan por permitir grandes superficies acristaladas, lo que contribuye a una mayor entrada de luz natural, creando ambientes más luminosos y visualmente amplios. Esta cualidad no solo mejora el confort visual, sino que también favorece la eficiencia energética al reducir la necesidad durante el día.
Su estética discreta y lineal las convierte en una solución muy valorada en proyectos de diseño moderno o minimalista.
Se integran fácilmente en todo tipo de fachadas, desde las más tradicionales hasta las más vanguardistas, y permiten conectar el interior de la vivienda con el exterior de forma fluida, algo especialmente apreciado en zonas con vistas agradables o con acceso a terrazas, balcones o jardines.
Además, a nivel funcional, ofrecen una manipulación sencilla y suave, gracias a sus rodamientos y mecanismos deslizantes. Esto las hace especialmente prácticas para personas mayores o con movilidad reducida, ya que no requieren fuerza para su apertura.
Ventajas

Las ventanas correderas destacan por ofrecer una serie de beneficios tanto funcionales como estéticos, que las convierten en una elección inteligente para una amplia variedad de espacios y estilos arquitectónicos.
A continuación, os contamos en mayor profundidad sus principales ventajas:
Ahorro de espacio
Una de las características más valoradas de las ventanas correderas es su capacidad para optimizar el espacio disponible.
Al abrirse mediante un sistema deslizante horizontal, no requieren el espacio de barrido que sí necesitan las ventanas abatibles, ya sea hacia el interior o el exterior.
Esto permite una mejor distribución del mobiliario en la estancia, especialmente en espacios reducidos como cocinas, baños o dormitorios pequeños, donde cada centímetro cuenta.
Mantenimiento sencillo
Su diseño mecánico está pensado para facilitar la limpieza y conservación con un esfuerzo mínimo.
Los rieles y perfiles lisos permiten un acceso fácil a las superficies, y muchas versiones modernas cuentan con sistemas de hojas desmontables o accesibles desde el interior, lo que simplifica aún más su cuidado.
Además, al no tener bisagras ni mecanismos complejos, se reduce el desgaste mecánico y el riesgo de averías, alargando la vida útil del sistema.
Mayor entrada de luz natural
Gracias a su diseño que prioriza el vidrio por encima del marco, las ventanas correderas suelen incorporar grandes superficies acristaladas. Esto se traduce en una entrada abundante de luz natural, mejorando la luminosidad de los espacios interiores y generando una sensación de amplitud y bienestar.
Además, una buena iluminación natural contribuye al ahorro energético, al reducir la necesidad de luz artificial durante el día, y puede tener beneficios directos sobre el estado de ánimo y el confort visual.
Versatilidad de diseño
Las ventanas correderas se adaptan a todo tipo de estilos arquitectónicos y preferencias personales. Están disponibles en una amplia gama de materiales como aluminio, PVC o madera, y pueden personalizarse en distintos colores, acabados y tipos de apertura.
Esta flexibilidad estética permite que se integren armónicamente tanto en viviendas modernas como en proyectos de restauración más clásicos.
También pueden combinarse con otros sistemas de apertura o formar parte de cerramientos más amplios, como puertas correderas o paneles móviles.
Conexión fluida con el exterior
Una de las grandes ventajas de las ventanas correderas es su capacidad para integrar visual y físicamente los espacios interiores con el entorno exterior.
Son ideales para crear una transición continua hacia balcones, terrazas, patios o jardines, permitiendo ampliar la percepción del espacio y favoreciendo la ventilación cruzada.
En viviendas con buenas vistas o ubicadas en entornos naturales, este tipo de ventana actúa como un marco panorámico que potencia la relación entre el interior del hogar y el paisaje.
Tipos de ventanas correderas

Antes de elegir, es importante conocer los distintos tipos de ventanas correderas disponibles:
1. Corredera tradicional
Este es el tipo más común de ventana corredera. Su sistema de apertura se basa en el desplazamiento horizontal de una o varias hojas sobre rieles instalados en la parte inferior y superior del marco.
Normalmente, una hoja permanece fija mientras la otra se desliza, aunque también pueden configurarse con más de dos hojas para cubrir superficies mayores.
Si bien no ofrecen el mayor nivel de hermeticidad frente al aire o al ruido, su rendimiento es más que adecuado en zonas de clima templado o donde no se requiere un aislamiento extremo.
2. Corredera elevable
Este sistema representa una evolución tecnológica respecto al modelo tradicional. En las correderas elevables, la hoja se eleva ligeramente mediante un mecanismo integrado al girar la manilla, lo que reduce la fricción al deslizarse y permite que se desplace con mayor suavidad, incluso en estructuras de gran tamaño.
Gracias a este funcionamiento, se logra una mejor presión de cierre cuando la hoja se encuentra en posición cerrada, lo que se traduce en un notable aumento del aislamiento térmico y acústico.
Esto las convierte en la opción preferida para ventanales de gran formato o accesos a terrazas y jardines, donde se busca combinar amplitud visual con confort interior. Aunque su precio es más elevado, su durabilidad, eficiencia y facilidad de uso compensan la inversión inicial.
3. Corredera con cierre perimetral
Este tipo de ventana incorpora un sistema de cierre que actúa sobre todo el perímetro de la hoja móvil, mejorando significativamente el hermetismo frente a filtraciones de aire, agua y ruido.
A diferencia de las correderas simples, este modelo proporciona un ajuste mucho más preciso y un contacto uniforme entre las hojas y el marco.
Además del confort térmico y acústico que proporcionan, estas ventanas destacan por su nivel superior de seguridad, ya que integran mecanismos de cierre multipunto que dificultan la apertura desde el exterior.
Por ello, son especialmente recomendables para viviendas situadas en zonas con condiciones climáticas exigentes o en plantas bajas donde la protección es una prioridad.
4. Corredera en paralelo
También conocida como corredera oscilo-paralela, este modelo combina las ventajas de una ventana corredera con el nivel de aislamiento que ofrecen las ventanas practicables.
Su funcionamiento consiste en que una hoja se desplaza ligeramente hacia el interior antes de deslizarse en paralelo a la hoja fija, lo que garantiza un cierre hermético cuando está en posición cerrada.
Este sistema es más complejo y requiere una instalación técnica más precisa, pero ofrece un rendimiento excelente en términos de eficiencia energética, hermetismo y seguridad.
Suelen emplearse en viviendas de alta gama o en proyectos que buscan el máximo confort sin renunciar al diseño moderno. Aunque su coste es mayor, representa una de las soluciones más avanzadas del mercado para quienes priorizan el aislamiento y el ahorro energético.
Criterios para elegir según tu tipo de vivienda

El tipo de vivienda influye directamente en el tipo de ventana corredera que debes elegir. A continuación, te explicamos cómo adaptar tu elección según el tipo de hogar:
Viviendas en pisos o apartamentos urbanos
- Espacio limitado: las ventanas correderas son ideales por su sistema de apertura que no invade espacio.
- Aislamiento acústico: si vives en una zona ruidosa, opta por ventanas correderas con doble acristalamiento o con sistemas elevables o en paralelo.
- Seguridad: incluye cerraduras multipunto y perfiles de aluminio o PVC reforzado.
Casas unifamiliares o chalets
- Conexión con el exterior: puedes optar por grandes ventanales correderos que comuniquen con el jardín o la terraza.
- Aislamiento térmico: fundamental para ahorrar energía. Usa vidrios bajo emisivos y perfiles con rotura de puente térmico.
- Estética: las ventanas correderas minimalistas realzan el diseño de la vivienda.
Viviendas en zonas de clima frío o muy caluroso
- Aislamiento térmico reforzado: selecciona ventanas correderas con cierre perimetral y cristales dobles o triples.
- Material adecuado: el PVC ofrece gran aislamiento, mientras que el aluminio con rotura de puente térmico también es eficiente.
Viviendas turísticas o de uso vacacional
- Fácil mantenimiento: prefiere materiales como PVC o aluminio lacado.
- Ventilación y luz: las correderas permiten airear rápidamente los espacios y aprovechan la luz natural.
- Seguridad: es fundamental si la vivienda pasa tiempo deshabitada. Apuesta por cierres seguros y vidrios de seguridad.
Materiales recomendados

Elegir el material correcto es clave para garantizar durabilidad, estética y funcionalidad.
PVC
- Excelente aislamiento térmico y acústico.
- Bajo mantenimiento.
- Buena relación calidad-precio.
- Disponible en una gran variedad de colores y acabados.
Aluminio
- Alta resistencia estructural.
- Estética moderna y minimalista.
- Mayor durabilidad ante climas extremos.
- Requiere rotura de puente térmico para mejorar su eficiencia energética.
Tipos de vidrio

La elección del vidrio es tan importante como el tipo de ventana. Algunas opciones son:
Vidrio simple
Es la opción más básica y económica del mercado. Consiste en una única lámina de vidrio sin tratamientos especiales, lo que lo convierte en una alternativa poco eficiente en términos de aislamiento térmico y acústico.
Aunque puede ser útil en espacios interiores, cerramientos secundarios o en climas suaves donde la demanda de eficiencia energética es baja, no se recomienda para viviendas situadas en zonas con temperaturas extremas o con alto nivel de ruido exterior.
Doble acristalamiento (Climalit)
Este sistema está compuesto por dos hojas de vidrio separadas por una cámara de aire deshidratado o gas (como argón), que actúa como aislante. Gracias a esta estructura, ofrece una mejora significativa tanto en aislamiento térmico como en reducción del ruido.
El doble acristalamiento es actualmente la solución más empleada en viviendas habituales, ya que ayuda a conservar la temperatura interior, disminuye el uso de calefacción o aire acondicionado y mejora el confort general. Además, contribuye a reducir la condensación en los vidrios durante los meses fríos.
Vidrio bajo emisivo
Este tipo de vidrio cuenta con una capa invisible de óxidos metálicos aplicada a una de sus caras, que permite el paso de la luz, pero refleja la radiación infrarroja. En otras palabras, impide la pérdida de calor en invierno y, en algunos casos, reduce la ganancia de calor en verano.
Combinado con doble acristalamiento, el vidrio bajo emisivo mejora notablemente la eficiencia energética del hogar, siendo una elección muy recomendable en climas fríos o para viviendas con sistemas de calefacción que buscan minimizar el consumo.
Vidrio de seguridad o laminado
Este vidrio está formado por dos o más capas de vidrio unidas entre sí mediante una lámina intermedia de butiral de polivinilo (PVB). En caso de rotura, los fragmentos quedan adheridos a esta lámina, evitando que se desprendan y causen daños.
Además de prevenir accidentes, el vidrio laminado ofrece una mayor resistencia a los impactos y a los intentos de intrusión, lo que lo convierte en una solución ideal para ventanas situadas en plantas bajas, accesos a terrazas, viviendas unifamiliares o segundas residencias que pasan tiempo deshabitadas.
Mantenimiento

Aunque las ventanas correderas se caracterizan por su durabilidad y facilidad de uso, un mantenimiento periódico es clave para garantizar su buen funcionamiento a lo largo del tiempo y prolongar su vida útil.
- Limpieza de carriles: es fundamental limpiar con regularidad los rieles por donde se deslizan las hojas. La acumulación de polvo, arena, hojas secas o pequeñas piedras pueden dificultar el deslizamiento e incluso dañar los rodamientos. Se recomienda utilizar una aspiradora o un cepillo suave y luego pasar un paño húmedo para eliminar la suciedad.
- Lubricación de los mecanismos: para asegurar un deslizamiento suave y silencioso, es aconsejable lubricar los rodamientos y las partes móviles una o dos veces al año, dependiendo del uso y de las condiciones ambientales.
- Revisión de burletes y juntas: con el paso del tiempo pueden deteriorarse, endurecerse o despegarse. Conviene revisarlos de forma periódica y sustituirlos si presentan signos de desgaste, ya que su correcto estado garantiza una mejor eficiencia energética.
- Uso de productos adecuados: al limpiar los perfiles y cristales, es importante utilizar productos que no sean abrasivos ni corrosivos. Un paño suave, agua tibia y detergente neutro son suficientes para mantener la superficie en buen estado.
- Verificación del sistema de cierre: asegúrate de que los cierres funcionen correctamente y ajusten bien. Un sistema de cierre mal alineado puede reducir la seguridad y el aislamiento. Si notas alguna resistencia o dificultad al manipularlo, es conveniente ajustarlo o consultar con un técnico.
Soluciones a medida para cada hogar

Las ventanas correderas son una solución versátil, moderna y funcional que puede adaptarse a cualquier tipo de vivienda. Ya sea que vivas en un piso urbano, una casa unifamiliar, una residencia de verano o en una zona de clima extremo, siempre hay un modelo que se ajusta a tus necesidades.
Desde Done Ventanas, te asesoramos. Somos expertos que analizamos tu caso concreto y además te proponemos las mejores soluciones en ventanas correderas para mejorar el confort, la seguridad y la eficiencia de tu hogar.
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