Saber cuál es el mejor momento para cambiar ventanas es clave a la hora de enfrentarse a un proceso de este tipo. Al fin y al cabo, las ventanas son una parte fundamental de cualquier hogar.
No solo influyen en la estética de la vivienda, sino que también desempeñan un papel clave en el aislamiento térmico y acústico, la eficiencia energética y el confort general.
Sin embargo, con el paso del tiempo, pueden deteriorarse, perder propiedades aislantes o volverse ineficientes, lo que genera un impacto negativo en el consumo de energía y en la calidad de vida dentro del hogar.
Pero, ¿cómo saber cuándo es el momento ideal para reemplazarlas? ¿Existe una temporada más conveniente para hacerlo? La respuesta no es tan sencilla, ya que depende de varios factores, como el clima, el estado actual de las ventanas, la disponibilidad de instaladores y los costes asociados.
Elegir el momento adecuado puede suponer un ahorro significativo en la factura energética y garantizar una instalación más eficiente.
En este artículo, exploraremos las señales que indican que ha llegado el mejor momento para cambiar las ventanas, las mejores estaciones del año para hacerlo y los beneficios que supone una renovación en el momento oportuno.
Señales de que necesitas cambiar tus ventanas

Saber cuándo es el mejor momento para cambiar las ventanas de tu hogar es clave para evitar problemas de aislamiento, humedad y eficiencia energética. A continuación, te presentamos algunas señales que indican que ha llegado la hora de renovarlas.
1. Pérdida de eficiencia energética
La primera señal es la pérdida de eficiencia energética. Si notas que tu factura de electricidad o gas ha aumentado sin una causa aparente, es posible que tus ventanas ya no estén aislando correctamente.
Las ventanas antiguas o mal selladas permiten la fuga de calor en invierno y el ingreso de aire caliente en verano, lo que obliga a los sistemas de calefacción y aire acondicionado a trabajar más, incrementando el consumo energético.
Un truco sencillo para detectar fugas de aire es colocar una vela encendida cerca del marco de la ventana. Si la llama se mueve, significa que hay corrientes de aire que afectan la temperatura de tu hogar.
2. Ruido exterior excesivo
Las ventanas no solo aíslan térmicamente, sino también acústicamente. Si últimamente percibes más ruido del exterior dentro de tu casa, puede ser un indicio de que las ventanas han perdido sus propiedades aislantes.
En zonas urbanas o con tráfico constante, esto puede afectar significativamente el confort del hogar e impedir el sueño, el trabajo o el estudio.
Las ventanas de doble o triple acristalamiento con aislamiento acústico pueden reducir notablemente el ruido y mejorar la calidad de vida.
3. Dificultad para abrir o cerrar
¿Tus ventanas se han vuelto difíciles de abrir o cerrar? Esto podría deberse a deformaciones en los marcos, problemas con las bisagras o incluso desgaste en los mecanismos de cierre.
Una ventana que no cierra correctamente no solo es incómoda de usar, sino que también compromete la seguridad y la eficiencia energética del hogar.
4. Condensación y humedad entre los vidrios
Si notas que se forma condensación en el interior del vidrio de tus ventanas, significa que el sellado se ha deteriorado y la capacidad de aislamiento térmico ha disminuido. Esto puede derivar en problemas de humedad dentro de la vivienda, promoviendo la aparición de moho y afectando la salud de los habitantes.
En el caso de ventanas de doble acristalamiento, la condensación en el interior del vidrio indica que la cámara de aire ya no está cumpliendo su función aislante.
5. Deterioro visible en los marcos o cristales
El desgaste natural de las ventanas con el tiempo es inevitable. Si los marcos presentan grietas, decoloración o signos de putrefacción en el caso de la madera, es una señal clara de que necesitan ser reemplazadas.
Asimismo, si los vidrios presentan fisuras o roturas, además de comprometer la seguridad, pueden afectar la eficiencia energética del hogar. Habría que optar por nuevas ventanas con rotura del puente térmico.
Factores clave para elegir el mejor momento para el cambio

Determinar cuándo es el mejor momento para cambiar las ventanas no solo influye en la comodidad durante la instalación, sino también en la eficiencia del proceso y en los costes asociados.
Las condiciones climáticas, la disponibilidad de instaladores y la demanda del mercado son factores clave a tener en cuenta antes de tomar una decisión.
Temporada ideal para reemplazar ventanas
Las condiciones meteorológicas juegan un papel fundamental en la instalación de nuevas ventanas, ya que las temperaturas extremas pueden afectar el rendimiento de los materiales utilizados.
La primavera y el otoño suelen ser las estaciones más habituales para llevar a cabo este tipo de renovación. Durante estos meses, las temperaturas moderadas favorecen la correcta adhesión de los selladores y permiten que los materiales se expandan o contraigan sin afectar la calidad del aislamiento.
Además, realizar el cambio en estos periodos permite preparar la vivienda antes de la llegada del invierno o del verano, cuando el aislamiento térmico se vuelve aún más importante para el confort y la eficiencia energética del hogar.
El verano también es una época popular para la instalación de ventanas, aunque presenta ciertos desafíos. Al ser una temporada en la que muchas personas realizan reformas en sus viviendas, la demanda de instaladores es más alta, lo que puede derivar en tiempos de espera más largos.
No obstante, la duración prolongada de los días facilita la ejecución de las obras en menos tiempo, reduciendo así el impacto de la intervención en la vida cotidiana. Es importante considerar que, si la vivienda depende del aire acondicionado, el proceso de instalación puede generar incomodidad temporal debido a la entrada de calor mientras se realiza el cambio.
Por otro lado, el invierno, aunque menos común para este tipo de renovaciones, puede representar una oportunidad para quienes buscan reducir costes. Algunas empresas ofrecen descuentos durante esta temporada debido a la menor demanda de instalaciones, lo que permite obtener precios más competitivos.
Por otro lado, el proceso de sustitución puede generar una pérdida temporal de calor en el interior de la vivienda, lo que puede resultar incómodo en regiones con inviernos especialmente fríos.
De todas formas, contando con instaladores como Done Ventanas, la instalación normalmente se realiza en un día, por lo que no hay que preocuparse del tiempo exterior, esa noche podrás dormir ya con las ventanas instaladas.
Influencia de las temperaturas en la instalación
Las condiciones climáticas influyen directamente en la calidad del trabajo de instalación. Las temperaturas extremas, tanto frías como calurosas, pueden afectar el desempeño de los materiales utilizados para fijar y sellar las ventanas.
En invierno, el frío puede endurecer los selladores y reducir su capacidad de expansión, lo que dificulta su correcta adhesión y puede comprometer la hermeticidad de la ventana. Además, el vidrio y los marcos pueden contraerse, lo que podría generar pequeñas separaciones en la instalación.
En verano, el calor excesivo puede provocar el efecto contrario, haciendo que los selladores sean demasiado flexibles y tardando más tiempo en secarse. Esto podría ocasionar problemas si no se dejan fraguar adecuadamente antes de exponer las ventanas a cambios de temperatura.
Por estas razones, los profesionales suelen recomendar la instalación durante la primavera o el otoño, cuando los materiales pueden ajustarse de manera óptima sin verse afectados por temperaturas extremas.
De todas formas, hablamos de temperaturas muy extremas, con temperaturas como las que tenemos habitualmente en la Comunidad de Madrid y alrededores, por encima de los 0 grados o por debajo de los 40, no suele haber problemas.
Disponibilidad de profesionales
La demanda de instaladores de ventanas varía a lo largo del año y es un factor determinante en la planificación del cambio. Aunque muchas personas desean mejorar la eficiencia energética de sus hogares, el miedo a pasar frío en invierno o a soportar el calor en verano hace que no se animen tanto a realizar la instalación en esas épocas.
Como resultado, la demanda de servicios suele ser menor durante estos meses, lo que puede traducirse en una mayor disponibilidad de profesionales y, en algunos casos, en precios más competitivos.
Por el contrario, la primavera y el otoño suelen ser las temporadas con mayor saturación de trabajo. Al tratarse de estaciones con temperaturas más moderadas, muchas personas consideran que es el momento ideal para cambiar sus ventanas, lo que hace que los instaladores tengan sus agendas más ocupadas.
En estos periodos, los tiempos de espera pueden ser más largos y los precios pueden elevarse debido a la alta demanda.
Planificar con antelación es clave para evitar imprevistos y asegurar un servicio de calidad. Contactar a los profesionales con suficiente tiempo de margen para coordinar la instalación en el momento más conveniente.
Para quienes buscan precios más accesibles y menor tiempo de espera, el invierno y el verano pueden ser oportunidades estratégicas, siempre que se tomen las precauciones necesarias para minimizar las molestias durante la instalación.
Beneficios de cambiar ventanas en el momento adecuado

Renovar las ventanas de una vivienda en el momento oportuno no solo mejora la comodidad del hogar, sino que también tiene un impacto positivo en la eficiencia energética, el aislamiento acústico y el valor de la vivienda.
Elegir la época adecuada para realizar esta mejora permite optimizar estos beneficios y reducir los inconvenientes que pueden surgir durante el proceso de instalación.
Mayor eficiencia energética y reducción de costes
Uno de los principales beneficios de cambiar las ventanas en el momento adecuado es la mejora en la eficiencia energética del hogar.
Las ventanas antiguas o en mal estado permiten la fuga de aire, lo que genera un mayor consumo de calefacción en invierno y de aire acondicionado en verano. Esto se traduce en facturas de energía más elevadas y en un mayor impacto ambiental debido al incremento del consumo energético.
Instalar nuevas ventanas con buen aislamiento térmico ayuda a mantener una temperatura estable en el interior del hogar sin necesidad de depender en exceso de sistemas de climatización.
Esto no solo reduce los costes en las facturas mensuales, sino que también contribuye a una vivienda más sostenible. Si la renovación se realiza antes de la llegada del invierno o el verano, el hogar estará mejor preparado para afrontar las temperaturas extremas sin un gasto excesivo en calefacción o refrigeración.
Mejor confort térmico y acústico
Las ventanas no solo cumplen una función estética, sino que también influyen directamente en el bienestar dentro de la vivienda. Unas ventanas en buen estado permiten mantener una temperatura interior agradable durante todo el año, evitando la sensación de frío en invierno o el calor excesivo en verano.
Además, las ventanas con doble o triple acristalamiento ofrecen una barrera adicional contra el ruido exterior, algo especialmente importante en viviendas situadas en zonas urbanas o cerca de calles con tráfico intenso.
Si la instalación se lleva a cabo en el momento adecuado, se evitan problemas relacionados con la falta de sellado o la mala adherencia de los materiales debido a temperaturas extremas. De esta manera, se garantiza un mayor confort en el hogar desde el primer día tras la instalación.
Aumento del valor de la vivienda
La renovación de las ventanas es una inversión que puede incrementar el valor de una propiedad. Los compradores potenciales valoran cada vez más la eficiencia energética y el aislamiento de una vivienda, ya que estos factores influyen en los gastos a largo plazo y en la calidad de vida.
Unas ventanas modernas, eficientes y bien instaladas pueden hacer que una vivienda sea más atractiva en el mercado inmobiliario. Esta es una de las claves a la hora de elegir ventanas. Además, si se elige el momento adecuado para hacer el cambio, es posible obtener una instalación de mayor calidad sin inconvenientes.
Menor impacto en el medioambiente
Además del ahorro económico, la instalación de nuevas ventanas contribuye a reducir la huella ecológica del hogar. Al mejorar el aislamiento térmico, se disminuye la necesidad de recurrir a sistemas de calefacción y refrigeración, lo que reduce el consumo de energía y, en consecuencia, las emisiones de gases de efecto invernadero.
Si el cambio de ventanas se realiza en una época con temperaturas moderadas, el proceso de instalación será más eficiente, evitando posibles defectos en el sellado que podrían comprometer el aislamiento a largo plazo.
Consejos para planificar el cambio de ventanas

Reemplazar las ventanas de una vivienda es una inversión importante que requiere una planificación cuidadosa para garantizar los mejores resultados.
No solo se trata de elegir el momento adecuado, sino también de seleccionar los materiales adecuados, contar con profesionales cualificados y asegurarse de que la instalación se realice de manera eficiente.
A continuación, se presentan algunos consejos clave para llevar a cabo esta renovación de forma exitosa.
Elegir el tipo de ventana adecuado
Antes de proceder con la instalación, es fundamental definir qué tipo de ventana es la más adecuada para cada espacio. Existen distintos materiales y tipos de acristalamiento que influyen en el aislamiento térmico, acústico y en la durabilidad del producto.
Las ventanas de PVC son una opción muy popular debido a su alta eficiencia energética y bajo mantenimiento, mientras que las de aluminio destacan por su resistencia y estética moderna. Además, las ventanas de aluminio, destacan por su durabilidad, además de ofrecer un diseño ligero, aunque pueden requerir un tratamiento específico para mejorar su eficiencia térmica.
En este artículo te hablamos en mayor profundidad de las diferencias entre ventanas de PVC y aluminio.
El tipo de acristalamiento también juega un papel clave en el rendimiento de la ventana. Las opciones de doble o triple acristalamiento con aislamiento térmico pueden mejorar significativamente la eficiencia energética del hogar, reduciendo el consumo de calefacción y aire acondicionado. Es recomendable evaluar las necesidades específicas de la vivienda antes de tomar una decisión.
Buscar certificaciones de eficiencia energética
El precio de cambiar las ventanas puede variar considerablemente dependiendo de los materiales, el tipo de instalación y la empresa contratada. Solicitar presupuestos a diferentes proveedores de calidad comparar precios y servicios, asegurándose de elegir la opción que mejor se adapte a las necesidades y al presupuesto disponible.
Es importante optar por ventanas con certificaciones de eficiencia energética, ya que esto garantiza que cumplen con los estándares de aislamiento térmico y acústico. En muchos países, existen etiquetas de certificación que ayudan a identificar los productos con mejor rendimiento en términos de ahorro energético.
Consultar con profesionales y revisar garantías
Una instalación deficiente puede afectar el rendimiento de las nuevas ventanas, reduciendo su capacidad de aislamiento y generando problemas a largo plazo. Por ello, es recomendable contratar a instaladores con experiencia como nosotros y verificar que cuenten con referencias y certificaciones en el sector.
Antes de proceder con la compra e instalación, es fundamental revisar las garantías ofrecidas tanto por el fabricante como por la empresa instaladora. Una buena garantía asegura la calidad del producto y protege la inversión en caso de defectos o problemas posteriores a la instalación.
Además, es buena idea consultar las subvenciones para ventanas que haya activas en ese momento.
Planificar con antelación para evitar imprevistos
Elegir la temporada adecuada para la instalación es solo una parte del proceso de planificación. También es necesario programar la obra con suficiente antelación para evitar retrasos.
Además, es importante considerar el tiempo que tomará la instalación y preparar el hogar para el proceso. Dependiendo del número de ventanas a cambiar y su tamaño, la obra puede durar desde un día (lo más habitual) hasta varias jornadas, por lo que se debe organizar el espacio y tomar las precauciones necesarias para minimizar las molestias durante la instalación.
Si quieres consultar el mejor momento para cambiar tus ventanas, consulta con nosotros sin compromiso y pide tu presupuesto. Somos expertos con muchos años de experiencia y contamos con todas las certificaciones necesarias. Te ayudamos a elegir las mejores ventanas según lo que estés buscando.